La búsqueda de algunas de las cascadas más bonitas del Bierzo concluye con un viaje a uno de los saltos de agua más desconocidos, la cascada de A Pontiga, en las inmediaciones de la localidad de Villar de Acero y escondida entre robles y helechos.
Para llegar a Villar de Acero lo más cómodo es seguir la A-6 hasta Villafranca del Bierzo y desde ahí desviarnos para cruzar Puente de Rey y Veguellina. Una vez que lleguemos a Villar de Acero, seguimos la carretera en dirección a Teixeira hasta cruzar un puente sobre el río. A la izquierda, pasando una fuente, hay un apartadero donde podemos dejar el coche e iniciar nuestra ruta hacia la cascada.
Un sendero nace desde la carretera y se interna en un bosque de robles y helechos que nos hace evadirnos de la civilización y penetrar de lleno en la naturaleza. Al cabo de unos 20 minutos de paseo, siempre junto al río, vamos escuchando el sonido de nuestra meta. La cascada de A Pontiga aparece ante nosotros desde un pequeño puente de troncos que se convierte en mirador para disfrutar de la magia del agua.
Allí podemos parar a descansar y relajarnos mientras el río fluye a nuestro lado y el sonido del agua que cae en la cascada se convierte en la mejor banda sonora para una tarde de verano.
La ruta, tanto por su longitud como por su trazado, prácticamente llano, es apta también para ir con los más pequeños a disfrutar de la belleza de uno de los rincones escondidos del Bierzo.
Con la colaboración de Curiositravel.