Mañueco representa a Castilla y León en la Fiesta Nacional

El presidente de la Junta expresa su "orgullo" por participar en una celebración que se circunscribió al Palacio Real por el impacto del coronavirus
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, asiste al acto que se celebra con motivo del Día de la Fiesta Nacional de España presidido por el Rey. / Ical

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, representó hoy a Castilla y León, en la plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, durante el acto central del Día de la Fiesta Nacional, que presidieron los reyes, con un formato austero y reducido como consecuencia del impacto de la pandemia del coronavirus.

El máximo responsable de la Junta se mostró, en su cuenta de Twitter, “orgulloso” de participar en los actos conmemorativos de la Fiesta Nacional, “desde el reconocimiento a todas las instituciones como garantes de las libertades y derechos de todos los ciudadanos”. “Este año, con un merecido homenaje a los héroes en la lucha contra la COVID-19”, recacló en un tuit.

Mañueco lanzó un mensaje a primera hora de esta mañana, recogido por Ical, en el que se mostró convencido de que España, “desde la unidad, superará las grandes dificultades por la crueldad del coronavirus y afrontará con éxito los grandes retos del futuro”.

“Celebramos hoy el día de nuestra Fiesta Nacional, empañada por el luto de la pandemia y el sufrimiento de tantas personas, pero creo que hoy es el día propicio para recordar lo que somos, una nación con más de cinco siglos de historia en común, una nación en la que Castilla y León ha sido una parte esencial en la construcción histórica de España”, subrayó Mañueco en un vídeo colgado en sus redes sociales y recogido por Ical.

Para el presidente, España es “una nación que debemos defender con pasión todos los que creemos en ella, especialmente a través de sus símbolos e instituciones, desde el más alto símbolo de unidad y permanencia de nuestra nación, como es la monarquía, a la expresión de su diversidad territorial de nuestras comunidades autónomas”.

En su mensaje a los ciudadanos de Castilla y León, recalca que “hoy celebramos todo lo que hemos logrado juntos como una gran nación, envueltos en el duelo por la pandemia, con el recuerdo de los que no están y de quienes siguen sufriendo, pero también seguros de que unidos afrontaremos con éxito cualquier reto”.

Asimismo, aprovechó la ocasión para, en el Día de la Virgen del Pilar, felicitar también “a todas las Pilares y a la Guardia Civil” en el día de su patrona, “ desde el agradecimiento a su labor en la protección de todos los ciudadanos y, en particular, por su vinculación al medio rural, tan importante en Castilla y León”.

Celebración en Madrid

El acto de este año pasará a la posteridad por haberse celebrado en el Palacio Real -y no en el Paseo de la Castellana, como es habitual- para garantizar las medidas sanitarias y evitar aglomeraciones debido a la pandemia, por ser el primero celebrado por un Gobierno de coalición y por la tradicional salva de abucheos, silbidos y exabruptos contra el Ejecutivo, en general, y su presidente, Pedro Sánchez, en particular.

Felipe VI, ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, la reina, la princesa de Asturias y la infanta Sofía llegaron al Palacio Real alrededor de las 12.00 horas, donde fueron recibidos por Sanchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya.

Al acto asistieron todos los ministros, menos la titular de Exteriores, Arancha González Laya, que se encuentra en una reunión con sus homólogos de la UE en Luxemburgo. Acudieron todos los presidentes autonómicos, con la salvedad de los de Cataluña, Pere Aragonés, País Vasco, Iñigo Urkullu, Aragón, Javier Lambán, Baleares, Francina Armengol, y Murcia, Fernando López Miras, quien excusó a última hora su ausencia por tenerse que someter a una cuarentena tras haber estado en contacto con una persona contagiada por coronavirus.

También estuvieron presentes la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, la del Senado, Pilar Llop, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, el del Constitucional, Juan José González Rivas, la del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, entre otras autoridades.

A su vez, acudieron el presidente del PP, Pablo Casado, la de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y el de Vox, Santiago Abascal.

Como suele ser habitual en otras ediciones del Día de la Fiesta Nacional, en la de este año se agolparon miles de personas que atacaban al Ejecutivo, en general, y a su presidente, en particular, al grito de “Gobierno dimisión”, Sánchez dimisión” y “asesinos”, y mostraban su adhesión a la Monarquía lanzando vivas al rey y a España.

El séptimo Día de la Fiesta Nacional presidido por Felipe VI como Monarca consistió únicamente en un izado de la bandera española, un homenaje a quienes perdieron su vida en acto de servicio, una imposición de condecoraciones y un pequeño desfile terrestre.

A su llegada, Felipe VI recibió honores militares y pasó revista a la Agrupación de Honores de la Guardia Real. A continuación, se produjo el izado y homenaje de exaltación a la bandera española y el acto de imposición de condecoraciones.

Este año se aprovechó el Día de la Fiesta Nacional para imponer la medalla conmemorativa de la ‘operación Balmis’, de lucha contra el coronavirus, al sargento primero del Ejército de Tierra Jesús Campo Logroño, al cabo primero de Infantería de Marina, José Ramón González Beardo, al comandante del Ejército del Aire Manuel Navarro Mora, al teniente coronel del Cuerpo Militar de Sanidad María del Carmen Aríñez Fernández, al cabo de la Unidad Militar de Emergencias (UME), María Teresa Cortés Fuentenebro y a Iván Llamas González, de la Guardia Real.

Posteriormente, se celebró un homenaje a aquellos militares fallecidos en acto de servicio, que tuvo su colofón con la pasada de la Patrulla Águila, que dibujó en el cielo de Madrid los colores de la bandera española.

Seguidamente comenzó el desfile militar protagonizado por un total de 527 efectivos pertenecientes únicamente en Madrid, a excepción de la Legión, que con motivo de conmemorar este año su centenario, tuvo un protagonismo especial.

Sin recepción oficial

De este modo, en la parada militar hubo una Unidad de Música y ocho secciones correspondientes a la Guardia Real, la Academia Central de la Defensa, el Regimiento ‘Inmemorial del Rey’ número 1, la Agrupación de Infantería de Marina, la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil, y la Legión.

El acto sirvió para rendir tributo a todos aquellos que han servido en la lucha contra la pandemia, como lo puso de manifiesto la presencia de miembros del Cuerpo Nacional de Policía, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, el Summa, el Equipo de Emergencia y Respuesta Rápida de la Comunidad de Madrid (Ericam), el Cuerpo de Agentes Forestales de la región, el Samur, la Policía Municipal de Madrid y el Cuerpo de Bomberos, tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid.

Después del saludo de los Reyes a las autoridades militares responsables y participantes en el desfile y su despedida, aquéllos abandonaron el Palacio Real, ya que no se celebró el tradicional pasamanos y copetín por la incidencia de la pandemia.

El leitmotiv de esta celebración es ‘El esfuerzo que nos une’, en referencia a la lucha contra la pandemia y en reconocimiento a todos aquellos que han actuado y continúan actuando contra ella.