La Junta tramita la declaración de las mascaradas como Bien de Interés Cultural y excluye al Bierzo

En la provincia de León, la Junta recoge seis pueblos que son Carrizo, Laguna de Negrillos, Llamas de la Ribera, Sardonedo, Velilla de la Reina y Pobladura de Pelayo
Os Maranfallos de Burbia / Asociación Acebo Burbia
Os Maranfallos de Burbia / Asociación Acebo Burbia

La Consejería de Cultura y Turismo de la Juna ha sacado a información pública el expediente para la declaración de ‘Las Mascaradas en Castilla y León’ como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. Entre los pueblos de la Comunidad que figuran en el anexo no incluye ni el Entroido berciano que se celebra en Ponferrada y en otros pueblos del Bierzo ni Os Maranfallos que se celebran en Burbia, en ambos casos se utilizan “máscaras que son el elemento definidor del personaje ritual que interviene e interactúa con otros personajes, convecinos o espectadores, en diversas escenificaciones o representaciones de carácter teatral”, según especifica el informe.

En la provincia de León, la Junta recoge seis pueblos que son Carrizo, Laguna de Negrillos, Llamas de la Ribera, Sardonedo, Velilla de la Reina y Pobladura de Pelayo. Según se recoge este martes 1 de marzo en un anuncio del Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), a partir de hoy se abre un periodo de información pública de un mes para que cualquier persona pueda presentar alegaciones.

Además, en el anuncio de la Junta también se resalta que el ámbito territorial en el que se desarrollan estas manifestaciones culturales, tiene lugar en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Soria y Zamora, dentro de un contexto territorial más amplio que incluye otros lugares de la Península Ibérica y otros países europeos.

El origen de estas celebraciones, es controvertido. Mientras que para algunos investigadores estaría relacionado con rituales prerromanos vinculados con las prácticas agrícolas y ganaderas ligadas con los ciclos de la naturaleza y con las inquietudes espirituales y la necesidad de asegurar cosechas y animales, para otros su origen estaría directamente vinculado a las festividades heredadas de la cultura romana –Kalendas de finales de año, festividades Lupercales y Saturnales– y posteriores tradiciones europeas.

Con independencia de la pervivencia de algunos de estos ritos, las mascaradas son fruto de su propia evolución a lo largo del tiempo, de las circunstancias socio-culturales e históricas vividas y por supuesto del influjo del cristianismo.