La Unidad de Mediación de la Policía Municipal de Ponferrada celebró con éxito una mediación entre unos jóvenes grafiteros y la comunidad de propietarios del edificio en cuyas paredes habían realizado unas pintadas.
Según informan fuentes policiales, la buena disposición de ambas partes propició un acuerdo por el que los jóvenes se comprometen a restaurar el daño causado en toda la fachada, incluyendo pintadas que ellos no habían realizado.
Es lo que tienen que hacer, respetar y reparar todos los desperfectos que ocasionan, a pintarrajear al salón de su casita.
Ese es el camino adecuado para acabar con las pintadas.