Una pareja de linces boreales (Lynx lynx) ha tenido tres crías en el concejo asturiano de Cangas de Narcea, limítrofe con Laciana. Son, de acuerdo con El Comercio, los primeros cachorros de esta especie en este siglo XXI. Los felices padres, Zar y Sasha, habrían consumado con (triple) éxito su primer celo, según dichas fuentes.
Estos felinos van a ser alimentados con biberón durante unos meses y su desarrollo va a ser controlado en Vega de Pope, la aldea en la que han nacido. Los impulsores de esta reintroducción de la especie han recibido numerosos donativos, que dedican, entre otras cosas, a la adquisición de leche en polvo para gatos, y planean abrir una vía de investigación sobre el lince.
Según recoge La Voz de Asturias, algunas asociaciones ecologistas consideran que la reintroducción de esta especie puede enriquecer el ecosistema del que formaron parte hasta hace un siglo, en el que supondrán una competencia para el lobo que podría controlar la sobrepoblación de esa especie canina. También, tranquilizadoramente, aclaran que los linces no atacan a personas.