Nuevas caras, viejos proyectos

Soleado y multitudinario, como le gusta a la Virgen de La Encina, se presentó la mañana del Día del Bierzo. En el acto institucional previo y con el que se inicia el apretado programa de la jornada, muchas, muchísimas caras nuevas. No en vano estamos en la primera fiesta comarcal de inicio de una nueva legislatura. Alcaldes, concejales, presidentes de juntas vecinales, diputados, procuradores regionales…Y así un sin fin de nuevos rostros en los saludas y presentaciones informales antes del Pleno a cinco. De los cinco representantes institucionales, dos nuevos, por la Diputación, su flamante presidente, Eduardo Morán, y por el Ayuntamiento de Ponferrada, Olegario Ramón. A estos añadir el consejero de Medio Ambiente y Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el subdelegado de Gobierno, Faustino Sánchez y el presidente del Consejo, Gerardo Álvarez Courel. Y correlativamente en el salón, un nutrido grupo de cargos de todos los niveles, predominando el socialista como el partido, en esta ocasión, presente en mayoría en un Salón de Plenos ponferradino donde, siguiente sorpresa, han desaparecido todas las fotos enmarcadas de los alcaldes contemporáneos de la historia de la capital del Bierzo. -Conste que este conocido detalle ya era sabido, pero algunos alcaldes vecinos se percataron hoy de la “desaparición” de los retratos-.

Y como si de un nuevo curso se tratara y de punta en blanco, los representantes públicos, mujeres y hombres de la comarca y sus líderes compartían confidencias y saludos hasta que comenzaron los discursos oficiales. Se notaba en la sala más presencia política de lo habitual. El Partido Popular con concejales y alcaldes de varios municipios arropó a su consejero autonómico. Estábamos en la mañana del día grande del Bierzo y eso, en el aire se traspasaba a las mentes, ojos y corazón de estos dentro del edificio consistorial y fuera, donde el gentío esperaba a ver la procesión y posterior eucaristía en honor a la Virgen de la Encina con ofrenda de la capital histórica del Bierzo, Villafranca, que cierra el listado para retomarlo Arganza el año que viene, “si Dios quiere”.

Al presidente del Consejo se le ha visto suelto, decisivo y con seguridad. Cuatro años atrás no era el mismo. Un discurso reivindicativo donde los viejos proyectos como la necesidad de una sede digna, la financiación de competencias finalistas…y hasta un guiño a la polémica vallisoletana sobre la capitalidad regional le dio tiempo a repasar en su discurso institucional.

Eduardo Morán estaba algo más serio. Un berciano al frente de la Diputación de León. ¡Pardiez! Algo que él mismo recordó al igual que los eternos temas del tren a León, la autovía a Valdeorras, llevar internet al mundo rural y las esperanzas de la Ciuden como uno de los futuros pilares de reactivación económica de la zona. “El Bierzo ha dado mucho, todo, a este país, y ahora le toca al Estado corresponder”. A ver quién coge el reto.

El flamante nuevo Delegado de la Junta de Castilla y León, Juan Martínez Majo, tampoco vino este año por coincidirle con la fiesta mayor de su pueblo, Valencia de don Juan. Pero tras el breve discurso del subdelegado del Gobierno en funciones, con guiño incluido al triunfo y ascenso de la Ponferradina, el consejero de Fomento tomó la voz y la representación regional. Un dato, la Junta de Castilla y León cuadruplicará su inversión para que llegue la red de redes, internet, a todos los pueblos. Lo cierto es que la anterior persona en la Dirección General de las Nuevas Tecnologías apenas vendió humo, y sabiamente fue apartada en el nuevo Gobierno en esta legislatura.

Finalmente se veía contento, radiante y sonriente al alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, pues tenía a más de media provincia institucional en su casa, el Ayuntamiento, y se mostró como un digno anfitrión. Un pequeño problema de protocolo con los asientos no reservados como en otras ocasiones provocó algún que otro comentario que a buen seguro se corregirá por ser neófitos en estas cuestiones, el equipo local.

Y la Encina avisaba con cohetes que deseaba salir. El gentío agolpaba “la milla histórica” de la ciudad, a saber, Plaza del Ayuntamiento, calle del Reloj y Plaza de La Encina. Al fin, ilustres y señorías, hombres y mujeres públicos, acudieron en desfile a su llamada para procesionar de nuevo hasta la explanada del Ayuntamiento para celebrar la eucaristía y la ofrenda a la Patrona.