Olegario Ramón tacha de “filibusterismo político” la actuación de la oposición

El alcalde reprochó a la oposición que "nos podrían haber ahorrado 8.464 euros de dos plenos extraordinarios"
Olegario Ramón
Olegario Ramón, en un pleno del Ayuntamiento de Ponferrada. / QUINITO

El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, se reservó la última intervención en el pleno que este viernes aprobó la reforma fiscal del municipio planteada por su equipo de Gobierno, en la que hizo un “llamamiento a la responsabilidad” de los representantes de la oposición, “aunque sé que va a caer en saco roto”. “Lo sucedido en los últimos tiempos”, aseguró Ramón, “es totalmente irresponsable y aumenta el descrédito que la ciudadanía tiene sobre la clase política”.

El regidor reprochó a la oposición que “sabiendo que en el pleno ordinario del día 24 de septiembre se iba a presentar la reforma fiscal del equipo de Gobierno, en vez de presentar sus enmiendas presentó un pleno extraordinario, y como en ese pleno no se aprobaron sus propuestas, vienen hoy a presentar esas enmiendas. Si lo hubieran hecho antes nos habrían ahorrado 8.464 euros de gasto en dos plenos extraordinarios“.

La reprimenda del alcalde fue más allá, ya que tachó de “filibusterismo político” ese primer pleno extraordinario y de “pataleta” las enmiendas presentadas en el de este viernes. “Además, enmiendan proponiendo en tres cosas lo mismo que proponíamos nosotros y quieren que se lo votemos. Es surrealista, y encima vistiéndolo de una dignidad demiúrgica”, lamentó Ramón, que recordó que “somos representantes de la soberanía municipal y cuando se hace una propuesta y se rechaza lo democrático es aceptarlo, no volver sobre ello una y otra vez”.

Por otra parte, respondió a Marco Morala que “dice que convoco este pleno por mala conciencia política, pero yo no tengo ninguna mala conciencia. Conociéndole, estoy seguro de que usted sí la tiene. También deslizó que con esta reforma los menos poderosos se van a quedar con las manos vacías y los que recaudamos las vamos a llenar. No es así, no nos quedamos ni con un céntimo de lo que no es nuestro, quien se iba con las manos llenas eran aquellos empresarios, algunos muy amigos, con los que negociaban los plenos del transporte público y otro exalcalde los llamaba para contarles cositas por un teléfono seguro”.