Cuando la futura presidenta Meritxell Batet recibió de Su Majestad el encargo de formar gobierno, crujieron las podridas estructuras masculinas de los partidos alfa, beta y gamma
“O quizá se trata otra vez de la misma paradoja: que la historia que acontece delante de nuestra narices debería ser la más clara, y sin embargo es la más delicuescente” Julian Barnes, El sentido de un final