EBD El municipio de Páramo, enclavado en el valle del río Sil, disfrutó ayer de su jornada de desfile con sol y frío. Tras el telón de las montañas cubiertas todavía por la nieve los vecinos se pusieron de gala carnavalesca y recorrieron sus calles. Muñecos de Lego, monjas modernas, y personajes de fantasía se divirtieron toda la tarde al son de la charanga Cuesta del Río que no dio tregua a las sonrisas ni siquiera haciendo el alto para los chorizos escaldados, panceta y gran chocolatada con los que se dieron un merecido banquete todos los asistentes.