Solo ocho de los 19 municipios y mancomunidades con más de 20.000 habitantes de Castilla y León han hecho entrega de sus Planes de Emergencia ante situaciones de sequía. La urgencia por disponer de estos documentos se ha visto mermada en las últimas semanas como consecuencia de las lluvias caídas desde principios de año, que han aliviado la situación de falta de agua, lo que ha hecho que la rapidez para la adopción de medidas también se haya visto reducida. No obstante, las informaciones del mes de noviembre, señalaban que solo dos ciudades -Palencia y Zamora- disponían de estos planes, una cifra que se ha acelerado desde entonces.
Por el momento, según confirmaron a Ical fuentes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), son los ayuntamientos de Palencia, León, Salamanca, Valladolid, Zamora, San Andrés del Rabanedo (León) y Aranda de Duero (Burgos) quienes ya han presentado sus planes -y Ponferrada a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil-. Desde el organismo de cuenca se puntualiza que el resto está trabajando en ello y se encuentran dentro del plazo para presentarlos, ya que tendrán hasta finales de año para entregar el documento, al haberse superado las dificultades registradas hace un tiempo y que hacían incluso prever problemas en algunas ciudades.
En el caso de la cuenca del Duero estarían pendientes de presentación Ávila, Burgos, Segovia y Soria en lo que a capitales de provincia se refiere; Laguna de Duero y Medina del Campo y las mancomunidades -Vega de Duero, Tierras de Medina, Benavente-Los Valles y Río Eresma-. Otras dos poblaciones de mas de 20.000 habitantes también tienen que hacer entrega de sus Planes de Emergencia ante situaciones de sequía, aunque a otros organismos de cuenca. Se trata de Ponferrada (León), que ya ha hecho llegar el documento a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, y Miranda de Ebro, que aún no ha hecho lo propio en el caso de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Según planteó la CHD, estos Planes de Emergencia frente a la sequía de los ayuntamientos y mancomunidades de más de 20.000 habitantes, que pretende homogeneizar las actuaciones municipales para conseguir un uso de los recursos hídricos acorde a los periodos de escasez, deben incluir información sobre demandas y recursos, definir cuatro estados de riesgo de escasez -alerta, emergencia 1 (sequía severa), emergencia 2 (sequía grave) y emergencia 3 (sequía extrema)- y fijar las medidas adecuadas a cada uno de ellos, así como determinar objetivos de reducción de consumos y refuerzo de disponibilidades y establecer responsabilidades en la toma de decisiones, además de actualizar la documentación.
También se presta especial atención en su contenido a las infraestructuras operativas, como la captación, almacenamiento, transporte, tratamiento, depósitos y red de distribución; a las de apoyo y, también, a las demandas concretas según los usos: doméstico, institucional, industrial, comercial, pérdidas y posibles emergencias. Los planes contarán, así mismo, con información detallada de los recursos disponibles de manera ordinaria, complementaria, como reserva estratégica o de emergencia, precisando la fuente de procedencia, la autonomía de uso y la función asignada. De esta forma, al estudiar disponibilidad y demanda, será posible fijar los meses de atención del abastecimiento en los peores escenarios.
Capitales pendientes
Son cuatro las capitales de provincia que aún no han presentado sus documentos a la CHD, aunque en su mayoría se encuentran desarrollando el plan para su próxima presentación. Desde el Ayuntamiento de Ávila se confirmó a Ical haber remitido a la CHD el documento el pasado 21 de marzo a través de la Oficina de Registro Virtual (ORVE) y en la Comisión celebrada cinco días más tarde se informó de ello, pero no se dictaminó, ya que se está a expensas del informe del organismo de cuenca para su aprobación definitiva.
En Burgos, la concejala del Área de Personal, Medio Ambiente e Innovación del Ayuntamiento burgalés, Carolina Blasco, indicó que la elaboración del plan se contrató hace un par de meses a una empresa externa que es la que se está encargando de su desarrollo. Aunque “en ningún momento” Burgos capital se encontró en situación de emergencia, la realidad en la provincia fue más compleja y hubo “más riesgos”, por lo que Burgos fue “solidaria” y abogó por un uso “racional” del agua. Ahora se está a la espera de la recepción de ese Plan de Emergencia ante situaciones de sequía para dar cumplimiento a la petición de la CHD.
La empresa mixta del agua, en colaboración con los técnicos municipales, están siendo los encargados de la redacción del plan en el caso del Ayuntamiento de Soria, en el que se incluyen medidas de ahorro de agua para la reducción del consumo -como concienciación de ducha en lugar de baño- y también medidas a futuro como el cultivo de plantas que no requieran de tanta agua o dotar a la ciudad de jardines eficientes. El documento contiene la identificación de los sistemas que hacen posible el suministro a la ciudad y resto de núcleos rurales; la captación y potabilización; recoge una descripción de los elementos que conforman los sistemas; describe y evalúa los recursos disponibles y las demandas en función de su tipología y estacionalidad.
La concejala de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Segovia, Paloma Maroto, explicó que el plan de está “terminando” ya que se sigue con la redacción y se confía en poder tenerlo acabado y presentado antes del verano. Maroto remarcó que este año se presenta tranquilo por la cantidad de nieve acumulada y la lluvia registrada en los últimos meses aunque se prefiere tener el documento listo para la estación estival.
Maroto requirió conocer si se encuentra a disposición de los ayuntamientos el guión que estaba previsto elaborar “con un índice, un esquema, con todos y cada uno de los puntos” que tenía que cumplir el plan “para seguir todos un criterio común” porque se dio el caso de Consistorios que habían elaborado el documento por su cuenta y fueron rechazados por el organismo de cuenca, lo que obligó a algunos ayuntamientos a volverse a poner “manos a la obra”.
Un gran aprendizaje
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, Juan Ignacio Diego, defiende que la sequía vivida en los últimos meses ha supuesto “un aprendizaje importantísimo”, también para los ayuntamientos, que aunque no se hayan visto obligados a limitar los volúmenes de agua, sí que han tenido que hacer “un examen a conciencia” y analizar sus infraestructuras, estudiar las que funcionan de manera eficiente, en las que es posible actuar o las fuentes de suministro de las que disponen.
Este trabajo es el que ahora se está plasmando en los Planes de Emergencia ante situaciones de sequía y que “se irán mejorando” en cada una de las “eventualidades” de situaciones similares que se registren a partir de ahora y “actualizarlos simplemente a la vista de la experiencia”. El presidente del organismo de cuenca agradeció el esfuerzo que están haciendo los Ayuntamientos de la cuenca porque algunos de ellos ya se han puesto al día “en poco tiempo” y los que aún no lo han hecho “lo están ultimando” y se encuentran en una fase de “redacción final