El Patio de la Higuera del Museo del Bierzo de Ponferrada cuenta desde este jueves con un espacio de memoria para los represaliados del franquismo que pasaron sus últimas horas en ese mismo lugar, que entonces hacía la función de cárcel de la capital berciana. Una escultura de Amancio González titulada ‘Estela de los condenados I’, representa los últimos pasos de los condenados, “personas apesadumbradas, con una tristeza infinita caminando hacia la nada”, en palabras del propio escultor.
El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, se mostró “francamente satisfecho de cumplir con el compromiso que adquirimos aquí mismo en agosto de 2019 para recordar a esas personas represaliadas que en este lugar sufrieron tanta sinrazón y tanta barbarie”. El regidor aseguró que “Ponferrada tenía una deuda con la memoria histórica que fue solventada en parte durante el gobierno de Samuel Folgueral y que nosotros queremos ampliar, porque es una obligación democrática”.
En este sentido, Ramón afirmó que “la memoria histórica, que ahora ya se empieza a llamar memoria democrática, es una obligación de todos para con todos. Para que un país pueda vivir realmente tranquilo y dormir sereno, tiene que conocer su memoria histórica“. De este modo, el alcalde anunció que próximamente se levantará un nuevo espacio de memoria en Montearenas “para recordar a todas las personas que todavía están en esas cunetas”, se llevará a cabo un homenaje a Jerónima Blanco y su hijo, y se pondrá en marcha el proyecto de adoquines en recuerdo de los once bercianos que perecieron en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Más de 500 represaliados políticos en Ponferrada
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Marco Antonio González, manifestó que “ya era hora de tener un espacio como éste en Ponferrada”, recordando que era una reivindicación de la asociación desde hace años: “Llevamos 21 años trabajando en Ponferrada y en el Bierzo y nos parecía increíble que no hubiera lugares de memoria señalizados”.
González explicó que por la cárcel de Ponferrada pasaron, desde el 18 de julio de 1936 hasta mediados de los años 50, “al menos 500 o 600 represaliados políticos antes de ser desaparecidos o trasladados a León para recibir un juicio sumarísimo”, aunque lamentó que “el número es incuantificable porque no hemos encontrado documentación fehaciente. No la hemos encontrado porque en los años 70, para asentar este modelo de transición, se destruyó muchísima documentación de Falange y del aparato represor del Estado, entre ella la de la cárcel de Ponferrada”.
Ausencias del PP y Ciudadanos
Durante su discurso en el acto de presentación de la escultura en recuerdo de los represaliados ponferradinos, Olegario Ramón hizo un alto para expresar su “tristeza por las ausencias de muchos integrantes de esta corporación”, en referencia a la falta de representantes de los grupos municipales del Partido Popular y Ciudadanos, recordando que este recuerdo “todos nos lo debemos a todos”.
Falta ahora un lugar de memoria para los asesinados de Paracuellos, a manos de Santiago Carrillo.