Ponferrada ha renovado este jueves, como cada 16 de agosto, su ‘Voto de Villa’, una tradición secular con la que la ciudad agrace a San Roque, con su tradicional procesión, el haberla librado de la peste negra que azotó la ciudad en el año 1576. Y es que a lo largo del siglo XVI, la capital del Bierzo, al igual que el resto de Europa, fue asolada por terrible enfermedad.
La comitiva partió a las 10.30 horas de la iglesia de San Pedro con la imagen de San Roque, para llegar a La Encina a través de Pérez Colino y de la avenida del Castillo y Gil y Carrasco. Allí, la imagen fue colocada en el interior de la Basílica, para dar paso a la misa oficiada por el rector de La Encina, Antolín de Cela. Al término se repartieron las uvas de San Roque.