¿Quién tiene un interferómetro?

Técnicas sofisticadas para mediciones increíbles

Si les digo a los de mi pueblo que necesito un interferómetro para medir lo que se está moviendo la ermita de San Bernardino (Santo Patrón de la localidad), me mirarán como si fuese un fantasma. Esa ermita lleva “desde siempre” donde ahora está y no se mueve absolutamente nada, me contestarán sin dudarlo. Pero todo tiene una explicación. Vayamos por partes.

Pocos estudios resultan tan atractivos para un geólogo berciano, como es mi caso, como los referentes a la formación de la llamada Hoya Berciana; una característica de índole enteramente geológica y que da a nuestra comarca su singularidad o su hecho diferencial natural. Pues bien he aquí que desde hace años yo he tratado de analizar planos, leer informes y hacer observaciones por mi cuenta referentes a esta interesante cuestión. Estos días estoy enfrascado en un pequeño artículo sobre el asunto para remitir a la Asociación Mineralógica “Aragonito Azul” de Bembibre, que entre sus muchas actividades da cabida a la difusión de pequeños estudios geológicos. A resultas de todo ello he llegado a la conclusión de que en el entorno del valle del Boeza entre San Román de Bembibre y San Miguel de las Dueñas, es muy posible o si se quiere muy probable que existan una serie de fallas activas en el tiempo geológico presente. Con esto no pretendo asustar a nadie pues aunque el movimiento de las fallas geológicas es el responsable de los terremotos, hay muchos de estos tan pequeños que pasan inadvertidos para la población. En concreto los de magnitud inferior a 2 en la escala de Ritcher. El movimientos de estas fallas y dada la disposición de las mismas en la práctica lo que consigue es que los pueblos y las edificaciones ubicados a ambas orillas del Boeza tiendan poco a poco a acercarse.

Claro que la velocidad de acercamiento o de convergencia es a efectos prácticos nula. Según expertos en este tema en España las fallas más veloces se mueven a una velocidad media de 0,5 milímetros al año. Estas fallas se ubican en el Sur de la Península Ibérica; por lo que en el entorno del Bierzo las fallas activas quizá se muevan a una velocidad media de sólo 0,1 mm. al año. En 100 años es decir la vida de una persona es desplazamiento sería de ¡¡un centímetro¡¡ magnitud esta tan insignificante que queda totalmente enmascarada por la erosión del terreno.

PeOeste2

Si la velocidad fuese de un centímetro al día, por ejemplo, yo gustoso me pondría a medirla. Para cualquier persona con unos conocimientos elementales de topografía esto es “pan comido”; pero claro estamos hablando de velocidades tan insignificantes que incluso con un teodolito (el utensilio que generalmente manejan los topógrafos) es imposible detectarlo. Así las cosas me puse a cavilar cual podría ser el camino para lograr medir velocidades tan diminutas. Como persona vinculada profesionalmente al tema de las mediciones era para mi casi una obligación saberlo.

Pues bien en estas andaba cuando recordé que en uno de mis libros (“Nueva guía de La Ciencía” de I.Asimov), se habla de un instrumento que ya se conocía en los años finales del siglo XIX: el interferómetro. Lo empleó el célebre científico A. Michelson, para un no menos célebre experimento. Según explica I. Asimov con el mismo se puede medir “el crecimiento de una planta segundo a segundo”. Entonces y como diría un gallego,……¡¡ah carallo¡¡, aquí está la solución.

Me puse a repasar mas libros que desde hace muchos tengo y poco a poco fui cayendo en la cuenta de ciertos detalles que ya conocía pero en los que no había reparado en exceso. En efecto supongamos que tratamos de medir el desplazamiento de un punto que se mueve sólo a una velocidad de 0,1 milímetro al año. En un día se moverá 0,00027397 milímetros, algo insignificante en las tareas de la vida cotidiana; pero en medidas de este calibre se suele utilizar como unidad de medida el angtrom. Es una medida tan pequeña que en un milímetro caben ¡¡10 millones¡¡ de angstrom, por tanto 0,00027397 milímetros serán 2739 angstrom. Hay determinado tipo de ondas electromagnéticas cuya longitud de onda (la separación entre dos ondas o crestas consecutivas podemos decir) es de 2739 angtrom. Las hay incluso mas pequeñas.

El interferómetro es un instrumento capaz de realizar medidas mas pequeñas que la longitud de las ondas electromagnéticas. De hecho se miden distancias de menos de 10 angtrom por ejemplo. Incluso ¡¡menos de un angtrom¡¡. Así las cosas es evidente que 2739 angtrom /dia es una gran velocidad. Incluso se la hallamos en horas resulta relativamente alta ,114 angtrom/hora.

Por tanto con un interferómetro se podría detectar si es cierto, como yo sospecho que las edificaciones ubicadas en ambas márgenes del río Boeza se está acercando o no. El problema es que este aparato no se puede conseguir con la misma facilidad que unos alicates o unas tijeras. Además supongo que hay que saber utilizarlo correctamente. Yo de momento sigo analizando el asunto y repasando una serie de conceptos que aprendí al estudiar física (enseñanza secundaria), mineralogía, cristalografía y ciencias de los materiales; esto ya a nivel universitario. Aunque a mis años quizá ya sea tarde para seguir estudiando en la universidad; por lo menos no olvidaré lo poco que se.

Todo esto puede parecer una tontería, una pérdida de tiempo,….pero tiene sus aplicaciones prácticas. Si yo estoy en lo cierto es evidente que la ermita de San Bernardino de Castropodame,(ver imagen); se halla día tras día en un evidente peligro creciente de derrumbarse por completo en el talud que existe a sólo 3 metros de la misma. Yo ya hace tiempo que se lo he dicho a los mas interesados, a los de mi pueblo. El tiempo, valga la redundancia será testigo.

 

En definitiva que al ir tras un problema geológico me encontré con conocimientos que en principio nada parecen tener que ver con la geología. La Ciencia es así. En cualquier caso la pregunta que da título a este artículo, sigue teniendo sentido:¿quién tiene un interferómetro?

 

Bembibre, 22 de abril de 2016

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

2 comentarios en “¿Quién tiene un interferómetro?

  1. Muy interesante y divulgativo.
    Una pregunta, ¿cómo se asegurará de que el interferómetro no se desplace? No es lo mismo un laboratorio que una medida al aire libre. Un desplazamiento de 2 micras se produce con mucha frecuencia en entornos no controlados. No digamos nada de las vibraciones (imperceptibles pero existentes).
    Sugerencia: Cúpula (para el viento) y una buena cimentación para el interferómetro, y balsa de aceite para los cimientos (para las oscilaciones).
    También habrá que tener en cuenta las condiciones ambientales, porque la temperatura y carga de humedad del aire oscilan a lo largo del día, y afectan considerablemente a su índice de refracción (por tanto al camino óptico que recorre la luz).
    Necesitarás una fuente de luz (láser preferiblemente) un buen juego de espejos y un divisor de haz (hasta ahí todo fácil)… El problema es el alineamiento, y ahí ya hace falta más maña que fuerza. Hay equipos de laboratorio (SIDILAB por ejemplo) que podrían cumplir la función.
    Michelson debería quitarse el sombrero ante un berciano empecinado. Y todo por una falla… ¿o no? Un saludo, me gustará leer el desenlace o contribuir al mismo, si fuera menester

    1. Muchas gracias por sus comentarios. En efecto todo por una falla ,(supusta). Yo tengo cierta experiencia como topógrafo y como geólogo;pero nula en el uso de técnicas de interferometría. Por otra parte mi interés en este asunto no pasa de ser mera curiosidad,pues lo que está claro en cualquier caso, es que la ermita de mi pueblo está en peligro y esto ya lo saben sus vecinos y autoridades hace tiempo.
      Como me dedico (por simple pasatiempo) a tareas de divulgación elemental de la Ciencia;se me ocurrió este artículo.
      Es posible que pasen muchos años antes de que el talud donde se halla la ermita colapse y en todo caso si asi no fuere o si yo logro hacer algo mas o saber algo mas sobre este tema ya le daré cumplida publicidad en este u otro medio de divulgación.
      Por lo que Vd. me dice intuyo que el tipo de operación de medida requerido es sin duda demasiado complejo,como para que los de mi pueblo y sus autoridades se planteen siquiera la posibilidad de llevarlo a cabo.
      No obstante le reitero mi agradecimiento. Si Vd. quiere contactar conmigo, en la redacción de “Bierzo Digital”, le pueden facilitar mi teléfono y correo electrónico.
      Reciba Vd. un cordial saludo.
      Rogelio Meléndez Tercero

Los comentarios están cerrados.