San Facundo y el sorteo La Bomba de Navidad se unen para luchar contra la despoblación y los incendios

Parte de lo recaudado mediante la venta de boletos se destinará a emplear a gente en riesgo de exclusión social para acondicionar y repoblar los bosques
Imagen de archivo de San Facundo
Imagen de archivo de San Facundo. / QUINITO

San Facundo, un pueblo berciano de solo 18 habitantes que cuenta con 1.073 años de antigüedad, se niega a desaparecer y ha encontrado junto al sorteo La Bomba de Navidad una original forma de combatir dos de sus mayores amenazas: la despoblación y los incendios.

El alcalde de barrio, Ricardo Vila, pasó de gobernar a un pueblo condenado al olvido a recibir 15.000 visitas anuales. No conforme con estos logros ahora quiere repoblarlo y protegerlo.

Para ello su proyecto consiste en dar trabajo a personas en riesgo de exclusión social para el mantenimiento y cuidado de los bosques colindantes. Desbrozar fajas anchas mediante la poda y clareo del arbolado del monte y con ello prever cualquier incendio y preservar toda vida animal y su fauna. La idea es que estas personas también puedan quedarse a vivir en el pueblo y que lejos de ser una acción puntual sea el inicio del crecimiento de la localidad.

Para llevar a cabo este propósito, ha llegado a un acuerdo con un popular sorteo que lleva ya 8 años repartiendo suerte en navidades y con más de un millón de euros en regalos repartidos, La Bomba de Navidad, anteriormente denominada La Gorda de Navidad, el camión de regalos más grande de Europa.

Parte de lo recaudado mediante la venta de boletos se destinará a emplear a gente en riesgo de exclusión social para acondicionar los bosques y repoblar San Facundo.