Ical / EBD El Ministerio de Defensa acaba de publicar de forma digitalizada 80 informes desclasificados con 1.900 páginas de ‘Expedientes OVNI’ en toda España. Ninguno corresponde al Bierzo, aunque cinco sí se corresponden con otros tantos lugares de la Comunidad, desde 1968 y 1994: dos de ellos cerca de Burgos, dos en la provincia de Valladolid, en concreto en Villalón de Campos y Villanubla, y uno más en Puentealmuhey (León).
El primero de los avistamientos de objetos extraños en Burgos se produjo el 1 de enero de 1968 y los testigos fueron cuatro soldados trasladándose en coche a su destino en la capital en la incorporación de un permiso. El conductor observó una luz intensa, de color blanco amarillento y de un tamaño de dos a tres metros de altura y anchura, que caía hacia el suelo en el kilómetro 14 de la carretera Burgos-Santander.
Tal y como figura en el expediente los soldados definieron el objeto como “una nave en forma de tronco de cono muy achatado con una luz fuertísima que aterrizaba o quedaba en suspensión sin hacer ningún ruido y con gran velocidad en el descenso”. Tras detenerse y emprender la marcha nuevamente un kilómetro mas tarde volvieron a apearse, observando en la misma dirección tres o cuatro luces mucho menos intensas, pero paradas también a la misma altura.
En ningún momento apreciaron objeto alguno sino solamente resplandor y no se tomaron fotografías ni se hizo dibujo alguno. Con posterioridad, ya en la toma de declaración, los testigos realizaron unos trazos -que no vienen adjuntados al expediente- en los que aparece algo parecido, según el juez informador, a un globo y otro trazó algo que se parece a una campana, similar al anterior, pero en sentido invertido.
Dudas en un expediente burgalés
Además, en el informe del Ejército del Aire se señala que en el lugar donde supuestamente tuvo lugar este primer avistamiento del objeto extraño cerca de la capital burgalesa fue inspeccionado al día siguiente no encontrándose nada anormal en el terreno. Asimismo nadie en la zona pudo corroborar lo relatado por los soldados que fueron testigos.
Ante la inexistencia en el expediente de alguna declaración dada desde otra fuente distinta, desde el Ejército del Aire se asegura que “no es posible resolver la duda de que, o bien pudiera tratarse de una excusa de los soldados ante la idea de presentarse tarde a diana – ya que existe esa incertidumbre ya comentada delas diferencias horarias- y que se puede detectar en el escepticismo que se nota en las conclusiones del Informador, que tuvo la oportunidad de carearse con los testigos- o bien que realmente los soldados vieran algo, que por desgracia no puede ser confirmado desde otras fuentes”.
El segundo de los Ovnis observado en Burgos fue el 16 de junio de 1970 cuando un piloto civil de la compañía de fotografía aérea FOAT -acompañado por un fotógrafo de la misma empresa y procedente de la Base de Cuatro Vientos de Madrid- observó un objeto de forma variable, preferentemente lenticular, con brillo, de un diámetro mayor de 15 a 20 metros que permanecía estático de 30.000 a 40.000 pies. El avistamiento duró unos quince (minutos, tiempo que los testigos permanecieron en zona hasta que tuvieron que abandonarla por plan de vuelos. El objeto ascendió hasta 11.500 pies para obtener tres fotografías del objeto, una de las cuales envió al Ministerio del Aire y es la que figura en el expediente.
Por la descripción que realizó el piloto, corroborada luego por el fotógrafo, en cuanto a altura, movimiento y forma, así como del estudio de la fotografía, en el expediente se apunta que se puede sacar como conclusi6n que el objeto podría identificarse como un globo sonda, ya que noticias de prensa posteriores informaron que otro globo, después de verse en Burgos, fue observado durante varias horas en el cielo de Avila.
El piloto civil añadió algún dato más que figura en el expediente desclasificado por el Ministerio de Defensa: “Ascendiendo fuera de la aerovía hasta 11.500 pies obtuvimos tres fotografías del objeto, una de las cuales, ampliada al máximo, enviamos con el presente informe. En mi modesta opinión, le calculo un diámetro, en la parte más larga, de unos 15 metros. A las 12.00 horas abandonamos la zona y el objeto continuaba en el mismo sitio. De regreso a Madrid di conocimiento al oficial de aeropuerto y ambos al oficial de vuelos de la Base Aérea de Cuatro Vientos”.
Dos ovnis en la provincia de Valladolid
En la provincia de Valladolid el primer fenómeno extraño avistado se registró el 7 de diciembre de 1968 en las inmediaciones de la localidad de Villalón de Campos, donde varios testigos notificaron telefónicamente a la Base Aérea de Villanubla que en torno alas 19,15 observaron una luz anranjada que subía hace el cielo, desapareciendo a los tres minutos aproximadamente. No se indicó el tamaño o forma de la luz, aunque si se especificó un claro movimiento ascendente. No consta que hubiera alguna investigación posterior ni se dispuso de datos que pemitieran cualquier hipótesis sobre una posible explicación de lo avistado.
Finalmente, la torre de control de la Base de de Villanubla notificó el 11 de enero de 1984 un contacto visual con un objeto estático situado al suroeste y a unos 14.000 pies. En el expediente se cita textualmente: “Aunque Pegaso no tenía contacto radar ordeno un ‘scrramble’ al Ala 14. El interceptador al alcanzar el Bingo se recuperó en su Base sin obtener resultados positivos. Probable globo sonda citado objeto luminoso”.
Avistamiento en Puentealmuhey (León)
Por otra parte, en la localidad de Puentealmuhey (León), los días 24 de noviembre y 8 y 10 de diciembre de 1968 hubo tres observaciones diferentes que se agrupan en un solo expediente debido a la coincidencia de lugar, tipo de fenómeno extraño y horario. Dos testigos señalaron un objeto avistado sobre las 22.00 horas y el fenómeno tuvo una duración de 10 a 15 minutos. Declararon que o no tenía movilidad o era muy lenta, con una coloración rojiza, y existieron discrepancias en cuanto al aspecto -cuerno con evolución de forma, y disco que se descompone y regenera-.
El 8 de diciembre otros tres testigos dieron una ubicación en espacio y tiempo que coincidió con la anterior entre 7 y 8 de la tarde, sin indicar dirección, y existiendo pequeñas discrepancias en cuanto a forma (círculo-esfera ovoide-farol), con un color entre amarillo y blanco y movimiento lento. Finalmente, otros tres testimonios el 10 de diciembre indicaron duración en la observación de el fenómeno durante dos horas, con una luz blanca, forma ovoide-redonda y movimiento lento.
La investigación realizada en su momento se redujo a la toma de declaración de los testigos, con testimonios que, según se apunta, “resultan inconcretos y con algunas discrepancias”. El expediente del Ejército del Aire adjuntó como anexo un cuadro resumen de los avistamientos que incluyó todas las diferentes declaraciones hechas. Tal y como indica el informe, “de una manera muy remota podría pensarse que se trata del ocaso de la Luna y de observaciones del planeta Venus, pero la escasez de datos impide aventurar hipótesis justificativas del fenómeno con un grado suficiente de fiabilidad”.