E. Alba / D. Álvarez La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha asegurado este martes en su visita al Bierzo que “probablemente vamos a tener que ser humildes en el planteamiento” de la transición justa y crear un “semillero de actividades que permita ir creando un ecosistema de muchas cosas”, al margen del carbón. Para ello, Ribera comprometió un primer plan de 76 millones de euros para la restauración de cuencas mineras, de los cuales “los avales de las empresas mineras no llegan al 3%”.
Las vías de futuro que contempla Ribera para la comarca son el sector energético, la industria agroalimentaria, “donde hay un potencial muy importante”, y “el tercer sector”, en el que destacó que “me parece relativamente sencillo activarlo inmediatamente y así se lo plantearemos a la Junta de Castilla y León”. En ese sentido, puso sobre la mesa, por ejemplo, la creación de residencias de personas mayores o enfocadas a exmineros afectados por silicosis “con requerimientos específicos”. “Es un nicho de empleo que muchas veces también tiene que ver con el empleo femenino”, subrayó. Una vez que se planteen las propuestas “hay que ir evaluando su viabilidad económica y social y eso es lo que hay que plasmar de algún modo en los convenios de transición justa”. Otra pata estará centrada en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, de la mano del Centro para el desarrollo tecnológico e industrial (Cdti).
A corto plazo, Ribera destaca la creación de actividad en el cierre y desmantelamiento de las centrales térmicas de la comarca, Anllares y Compostilla. “Eso permite generar una actividad inmediata en la zona pero no es suficiente, hay que pensar en qué ocurre más allá”, y en ese más allá vaticina que tendrán que sumar esfuerzos “todos, cada cual en su respectivo ámbito de competencias y capacidad de actuar”.
En la misma línea, la ministra defendió estos convenios como “un ejercicio de reconocimiento a una contribución histórica al desarrollo industrial del país” por parte de los territorios que ahora se ven afectados por este proceso y se comprometió a mantener el “trabajo intenso en el contexto europeo” para que las zonas castigadas por los cierres de minas y centrales térmicas puedan volver a “mirar al futuro”.
Planes de restauración
Además, la ministra también confió en la puesta en marcha del plan de restauración de las explotaciones mineras, cuyo coste a nivel nacional se calcula en 76 millones de euros. Al respecto, Ribera lamentó que los avales depositados por las empresas para este fin apenas alcanzan el tres por ciento de la cuantía global y señaló que, por requerimiento de la normativa, un 25 por ciento de esos fondos deben proceder de las comunidades autónomas.
El empleo en estos trabajos de restauración ambiental está “llamado a ser cubierto por exmineros”, recordó la ministra, que valoró la existencia de bolsas de empleo que identifiquen a estos trabajadores. Según Ribera, las primeras acciones están a la espera de que se complete la tramitación administrativa de la medida.
Por otro lado, la ministra también aludió al interés de determinadas regiones de países como Alemania o Polonia para incluir en un futuro fondo europeo para las regiones en transición sólo a aquellos territorios en donde se mantenga la actividad extractiva. “No nos podemos olvidar de la gente y los territorios”, defendió Ribera.
Al encuentro, convocado por el Ministerio para la Transición Ecológica, acudieron representantes de la Junta, encabezados por el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, así como de la Diputación de León y de los ayuntamientos de Ponferrada, Villablino, Cubillos de Sil, Igüeña, Fabero, Páramo, Noceda, La Robla y Velilla del Río. La reunión también contó con la presencia de representantes de Ciuden, del Instituto de Reestructuración de la Minería del Carbón (Irmc) y del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (Idae).