V.R.O. Ocho carpas, 26 stands, 15 bodegas y seis hosteleros y restauradores confirmados hasta el momento, si bien se espera que la cifra aumente en los próximos días. Con estos datos, la Feria del Vino del Bierzo y el Pincho enfila su XX edición con la expectativa de superar sus resultados de 2014, cuando se vendieron más de 60.000 vinos. El evento tendrá lugar el fin de semana del 19, 20 y 21 de junio, con horario de noche, entre las 20,00 y las 23 horas, y el domingo también de mañana, entre las 12 y las 14 horas.
Con un presupuesto municipal de 34.000 euros, de los que se prevé recuperar un 25% con la venta de los tiqués, la organización de la Feria cuenta con el apoyo de la Junta, Diputación y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Bierzo, cuya presidenta, Misericordia Bello acudió hoy a la presentación del evento junto al alcalde, Adolfo Canedo.
Ambos destacaron que la feria ha mejorado notablemente en tres años, cuando pasó a ser organizada por el Ayuntamiento, siendo la participación de los restaurantes una pieza clave para “evitar situaciones desagradables” -puntualizó el alcalde-, relacionadas con un consumo excesivo, o por la ingesta del vino sin la compañía de alimentos.
Precios asequibles
Los tiqués se comprarán en un único stand habilitado para ello, Los precios son de cinco euros para cinco vinos jóvenes; blancos y rosados al precio de 1,5 euros por unidad, crianza a dos euros y reserva y gran reserva a 2,5.
Para las tapas y pinchos no hay un precio fijo pues cada restaurante marcará los suyos, si bien se moverán en una horquilla de entre uno y cinco euros, según los alimentos y su elaboración.
