Un proyecto europeo de recuperación de wolframio, niobio y tantalio invertirá 7 millones de euros en el Bierzo, norte de León y Salamanca

Se enmarcará dentro de los objetivos de la Unión Europea para una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente

La Fundación ICAMCyL se adhiere a un proyecto europeo de 7 millones de euros para recuperación de materiales críticos con especial incidencia en el Bierzo, norte de León y Salamanca, que pondrá en valor materiales de alto interés tecnológico procedentes de residuos de actividades mineras.

El proyecto, que se enmarca dentro de los objetivos de la Unión Europea para una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, se centrará en el desarrollo de nuevas tecnologías para la recuperación de wolframio, niobio y tantalio a partir de los residuos de escombreras procedentes de la actividad minera.

Estos materiales están considerados como críticos por la Comisión Europea por su escasez, la dificultad de ser sustituidos por otros elementos y su elevada demanda dentro de la industria tecnológica. La Unión Europea depende en gran medida de la importación de estos materiales de otras partes del mundo que, por su situación geopolítica, no pueden garantizar un suministro continuado de los mismos. De ahí la relevancia de garantizar un suministro interno de materias primas críticas estratégicas dentro de la Unión.

Bajo la coordinación de Santiago Cuesta como investigador principal y director general, se destaca que “el proyecto consolida la actividad esencial de la Fundación ICAMCyL dentro del sector de la minería, contribuyendo a la evaluación integral del potencial de áreas hasta ahora no explotadas o subexplotadas para la recuperación de estos elementos, además de contribuir a atraer tecnologías a Castilla y León, y el Bierzo, que permitan solucionar el problema de las escorias y las escombreras procedentes de la actividad minera”.

El fin último del proyecto será reducir la dependencia de Europa del suministro de otras áreas mundiales que puedan poner en peligro un suministro continuado de estas materias primas. “El proyecto desarrollará un conjunto de tecnologías de recuperación que maximicen el aprovechamiento de los recursos endógenos del territorio al mismo tiempo que garanticen la rentabilidad”, informa Cuesta.

El proyecto reúne a un consorcio formado por 15 instituciones de 6 países de la Unión Europea (España, Bélgica, Francia, Alemania, Suecia y Noruega). ICAMCyL contribuirá a consolidar la gestión de datos de materias primas y reservas en el territorio, contribuyendo a la iniciativa europea RMIS (Sistema de Información de Materias Primas), cuyo impacto va más allá del propio proyecto. Además, la Fundación fomentará la concienciación entre la sociedad civil y todos los actores relevantes de la importancia de sacar el mayor partido a los recursos endógenos del territorio.