En el Convento de Clausura de la Purísima Concepción, ubicado en la Calle del Reloj, en pleno corazón del casco antiguo, la decena de religiosas que lo habitan han recibido la visita del Padre Alberto Morán. En lo que habitualmente es un rincón lleno de recogimiento y espiritualidad se ha creado un momento especial para dar la bienvenida a la Navidad.
Las religiosas, acostumbrada a un ambiente de mayor sobriedad, no dudaron en sumarse a los villancicos populares que el sacerdote, guitarra en mano, comenzó a entonar. Hubo también palmas y tímidos bailes para acompañar la música navideña, creándose un ambiente muy divertido y distendido.
Está claro que el recogimiento y la oración no están reñidos con la alegría por la llegada de la Navidad. El momento compartido también demostró que, incluso en los lugares más silenciosos, la Navidad puede celebrarse con risas, música y movimientos llenos de fe.