La geografía del Bierzo está llena de lugares curiosos. En la extensión de los 38 municipios que a día de hoy conforman el Consejo Comarcal, cabe de todo. Y si bien hace unas semanas estuvimos en el centro geográfico del Bierzo, donde se alza un monolíto, hoy nos vamos a una zona ligeramente más hacia el oeste hasta uno de los cuadrifinios que hay en la comarca, a cerca de Las Médulas a conocer otro y, entremedias, a un municipio que ya no existe y que nos dejó al desaparecer un quintifinio.
Un cuadrifinio es un término que se usa en geografía para referirse a un punto en el que lindan cuatro entidades políticas o administrativas. El más famoso del mundo es que hay entre los estados de Utah (entre el oeste y el norte) y (en sentido horario) Colorado, Nuevo México y Arizona, en el oeste de los Estados Unidos de América. La división con escuadra y cartabón de este territorio de lo que antiguamente fuera Nueva España permitió que se generara esta curiosidad geográfica.
Es muy difícil encontrar cuadrifinios en los mapas. Lo que ocurre es que cuando dos trifinios (dos puntos en los que se tocan tres entidades diferentes) se encuentran a una distancia muy pequeña, dependiendo de la resolución del mapa pueden tomarse como cuadrifinio. Es el caso de uno de los cuadrifinios del Bierzo que, si bien no es un cuadrifinio con todas las de la ley, se trata de una zona con dos trifinios a una distrancia de unos pocos metros.
De hecho, el cuadrifinio internacional más importante es similar a este berciano: se trata de dos trifinios entre Namibia, Zambia, Zimbabue y Botsuana a unos pocos metros de distancia.
El cuadrifinio del Bierzo: ¿dónde está?
Si nos desplazamos desde Cacabelos y Villabuena al norte, justo cuando se separan las carreteras a San Pedro Olleros y Espanillo, estaremos en la comarca del Bierzo, en la provincia de León; pero: ¿en qué municipio? En esta zona está el cuadrifinio del Bierzo, zona en la que casi se tocan cuatro Ayuntamientos.
Estos son Vega de Espinareda (al norte) y (en sentido horario) Arganza, Cacabelos y Villafranca del Bierzo. En detalle, se trata de dos trifinios, el de Vega, Villafranca y Cacabelos (en sentido antihorario) al oeste; y el de Vega, Arganza y Cacabelos en sentido contrario y al este. Separados por menos de 95 metros, Arganza y Villafranca se miran pero no se tocan.
La geografía política dibuja en este enclave una peculiar reunión, el encuentro entre estas cuatro municipalidades… aunque no siempre fue así. Este lugar alberga otra peculiaridad: los municipios que aquí se tocan no han sido siempre los mismos.
Este cuadrifinio del Bierzo tiene tras de sí bastante historia. De hecho, durante una temporada no fue un cuadrifinio. Varios cambios en la división municipal de la comarca hicieron desaparecer y luego reaparecer este peculiar punto de la geografía de nuestra tierra. La división administrativa de este lugar ha cambiado (al menos) dos veces en menos aproximadamente medio siglo.
Historia de un cuadrifinio que desapareció y reapareció
Dos cambios en las determinaciones municipales han afectado a este cuadrifinio. En primer lugar, Cacabelos no tocaba con esta zona hasta finales del siglo XX, pues lo que hoy es la parte norte de este término municipal, Villabuena y San Clemente, pertenecían a Villafranca del Bierzo. Solo al ocurrir este cambio, el cuadrifinio del Bierzo se convirtió en un cuadrifinio. O mejor dicho: volvió a serlo.
Si bien justo antes de que Villabuena y San Clemente pasaran a Cacabelos (y por tanto este municipio pasara a lindar con Arganza en la línea sureste del cuadrifinio), solo se podía hablar de trifinio (entre Vega y Arganza con Villafranca). Pero era un trifinio muy joven, de unos treinta años, pues antes de los años 80, la zona de la Somoza, que ahora pertenece a Villafranca, era un término municipal con cabeza en Paradaseca.
Es decir: hasta finales de los 70, Vega de Espinareda (al norte) y (en sentido horario) Arganza, Villafranca y Paradaseca conformaban un cuadrifinio que la absorción de este último por el penúltimo convirtió en trifinio. Ahora bien, cuando la Junta Vecinal de San Clemente – Villabuena paso a pertenecer a Cacabelos, volvió a ser un cuadrifinio. O casi: dos trifinios a menos de 100 metros de distancia.
En los 70, Villafranca empezó a lindar con Vega, al incorporar Paradaseca. Y en los 90, dejó de hacerlo con Arganza, en favor de Cacabelos; eso sí, por menos de 100 metros.
Otro cuadrifinio, ahora quintifinio, que también tiene mucha historia
Otro punto peculiar de la geografía berciana lo encontramos en un quintifinio no muy lejos, hacia el noroeste. Se trata de un punto en una zona montañosa en el que se tocan los municipios de Berlanga (al norte) y, en sentido horario, Toreno, Cubillos, Sancedo y Vega de Espinareda.
Tabién aquí hubo cambios en el siglo XX, cuando surgió este quintifinio. La zona del término municipal de Toreno y la del de Cubillos que lindan con él pertenecían antes al de Fresnedo, que desapareció diluyéndose en estas dos otras entidades.
El cuadrifinio del Bierzo, un enclave de la hidrología de la comarca
Si bien los avatares de la geografía política no dejan de ser adjetivos y superficiales, además de, como se ha visto, cambiantes, una característica de este punto le viene de lejos y no la perderá en eras. Este peculiar enclave de la geografía política berciana coincide además con la confluencia de los ríos Ancares y Cúa.
El río Ancares nace en el Miravalles, en la sierra homónima, y baja dando nombre al valle por el municipio de Candín para entrar luego en el de Vega, regar la playa fluvial que hay cerca de San Martín de Moreda (y de la que te hablamos en nuestro reportaje sobre las playas fluviales menos conocidas del Bierzo) para, un poco después de San Pedro de Olleros, verter en el Cúa (como hemos dicho, en la zona del cuadrifinio del Bierzo).
El Cúa, por su parte, nace en el Campo de la Pesca y riega el valle de Fornela. Va a bajando y entra en Fabero, municipio donde beben de él San Pedro de Paradela y Bárcena de la Abadía. En este segundo, antes de su imponente vega, hay planeada la instalación de una playa fluvial. Será la tercera en su curso pues tal instalación puede encontrarse cuando sus frescas aguas llegan a Vega de Espinareda y, más abajo, en Cacabelos. También hay alguna poza (para valientes) por las hermosas merindades de los bellisismos Espanillo y San Vicente, pueblos a cuya estampa el Cúa aporta poco antes de unirse al Ancares, como ya se ha dicho, en el cuadrifinio del Bierzo.
En este lugar, donde se unen las aguas que con distintos acentos vienen de Ancares y Fornela, la geografía política se resuelve con cuádriple peculiaridad; hecho este, el de los mapas, que alberga tras de sí una, en verdad: dos cambios históricos en la forma en la que la sociedad de la comarca se ha organizado en torno al cuadrifinio del Bierzo.
Cómo llegar al cuadrifinio del Cúa y el Ancares
Para llegar al cuadrifinio del Bierzo, debes hacerlo a través de la LE-5205. Desde Cacabelos, deberías ir al norte, hacia Villabuena (o hacia Quilós y desviarte). Desde Vega de Espinareda, puedes ir por Moreda y San Pedro de Olleros (esta última es la localidad más cercana al cuadrifinio) o, si tienes un vehículo apropiado, por San Vicente y Espanillo (pero un rato es pista de tierra).
De la carretera, sale un camino hacia el río que lleva a este punto, fácil de reconocer por ser la confluencia entre los dos ríos. Si se quiere un bañar, el acceso al agua no es complicado; ahora bien, está algo sombreado y las aguas, en especial las del Ancares, vienen frescas.
El otro cuadrifinio en la comarca, el de San Juan de Paluezas
Cerca de San Juan de Paluezas existe otro cuadrifinio en la geografía política de la comarca. En una zona montañosa y de no muy fácil acceso, se tocan Carracedelo, Ponferrada, Villalibre y Borrenes. Cercano al río Sil, no ha sufrido tantos cambios políticos (al menos recientes) como sus dos congéneres antes mencionados.